El Poder Adentro

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Dancing in Río Grande, Zacatecas

Hoy oficialmente es mi último día viviendo en Zacatecas. No puedo creer como el tiempo pasó tan rápido. Dos semanas antes, recogí mis cosas y dejo Presa de Maravillas para vivir en una comunidad nueva llamada San Ramón y viajar a dos regiones, Río Grande y Tlaltenango, para apoyar su trabajo y también para ver más a un nivel estatal, las diferencias entre regiones y escuelas.

Las últimas dos semanas fueron ajetreadas, desde la mudanza temporal a San Ramón el lunes, hasta siendo parte del equipo de Río Grande el viernes y sábado de la semana pasada, regresando a San Ramón y tomando un camión por tres horas el martes, 29 de mayo hacia la región más sur del estado: Tlaltenango. Fue mucho, pero qué rico estuvo.

En Río Grande y Tlaltenango, tuve la oportunidad de estar en las escuelas, hablar con maestros, alumnos y miembros de las comunidades, observar las tutorías y lo mejor, estar en tutoría. Ese viernes, en la telesecundaria “José Ma. Morelos y Pavón”, de la comunidad “Ignacio López Rayón”, los ATPs de Río Grande juntaron esfuerzos para reunir 2 o 3 alumnos y a los maestros de cada una de sus escuelas para trabajar en tutoría, intercambiando temas entre escuelas y reforzando a cada tutor y la tutoría. Ahí, vi alumnos en diálogos profundos; vi alumnos en las comunidades creando su propias líneas de investigación y viendo el mundo diferentemente a través su trabajo escolar. Un tema llamado “Eres un milagro” atrajo mi atención. Observé a Axcelia, una alumna de José Ma. Morelos y Pavón, comenzar su tutoría con una pregunta sorprendente y hermosa – ¿Por qué eres un milagro? Con esta pregunta, Axcelia y su tutorada partieron para explorar el proceso de la reproducción humana y la vida; por qué, en verdad, somos milagros vivos. Axcelia eligió este tema, porque su madre estuvo embarazada y quería saber acerca de las etapas del embarazo. Qué maravilloso es aprender algo que tiene un enlace directo a lo que estamos viviendo.

The academic exchange in José Ma. Morelos y Pavón

En Tlaltenango tuve el placer de trabajar con Luis Álvarez González, un niño en su segundo año de la telesecundaria “Independencia y Libertad”, en la comunidad Los Reales. Era pequeño, delgado y tenía los ojos claros, verdes y traía una Mohawk donde se moldea el cabello. A pesar de que sólo había trabajado desde octubre en tutoría, él tenía una ética de trabajo fuerte y una visión clara de lo que toda buena tutoría debe ser. Él fue brillante y preciso, meticulosamente tomaba notas mientras trabajaba y analizaba el poema “Los hongos” de Sylvia Plath.  Luis nos conmovió con su demostración acerca de insuficiencia renal. Por primera vez, vi una demostración que mezcló perfectamente lo crudo con lo racional, una demostración que movió algo dentro de mí.

Él comenzó: “Creé este tema, por lo que viví, y lo que mi familia está viviendo.” Hasta me hizo enderezarme para escucharlo. Él comenzó a explicar la insuficiencia renal y lo que esto significa, cómo se causa y las formas de tratarla. En una pequeña bolsa, Luis trajo un equipo de diálisis de hogar, y con esmerado detalle nos mostró cómo lo usa en casa y lo que hace. Terminó su demostración así: “Ahora lo personal de mi tema: Mi hermano, a los 18 años de edad sufrió de insuficiencia renal.” Él habló acerca de la difícil y dolorosa toma de decisiones, cómo su hermana se convirtió en donante del riñón que su hermano  necesitaba y el lento proceso de la recuperación. Hubo una inusual valentía y madurez que vino de Luis, una búsqueda seria de aprendizaje que intricadamente une las teorías y el aprendizaje académico de los sistemas del cuerpo para dar luz sobre la vida. A través de la apertura completa de la maestra Mireya Contreras Márquez, la confianza, la fe en sus alumnos y la libertad que les dio al explorar cualquier problema o tema, Luis no sólo fue capaz de profundizar su aprendizaje, sino que ganó un coraje especial y la confianza de ser parte del cambio de su familia y una fuente de conciencia para la comunidad al compartirnos su experiencia.

The dialysis kit, Luis, Independencia y Libertad, Tlaltenango

En medio de un clima político volátil y una resistencia a veces desalentadora para el trabajo, estas pequeñas chispas de esperanza nos llena el corazón y nos mantienen en la lucha por lo que creamos que vale la pena. Dalila López, coordinadora nacional de la EIMLE dijo una vez que a través de nuestro trabajo, hemos hecho muchos enemigos, pero hemos ganado muchos amigos más. En Río Grande y Tlaltenango, vi las batallas diarias y cómo a veces, el trabajo se puede sentir como una subida interminable sin mucha ayuda.

Bajo el liderazgo apasionado del Profe Rito Longoria y el apoyo de autoridades claves, Tlaltenango se ha llamado una región modelo, donde a pesar de que ninguna de las escuelas fueron etiquetadas “focalizadas”, la creación de la red de tutorías se expandió lentamente y orgánicamente a través del compromiso personal y la voluntad de los maestros. Cuando el trabajo en comunidades de aprendizaje empezaba en Tlaltenango en 2008, el grupo pionero de profesores decidió comprometerse después de la escuela todos los martes a estudiar juntos, construir temas nuevos y demostrar lo que han aprendido. Los estudiantes eran parte de esta red y eso fue la parte más maravillosa. Llamaron a este “estudio de los martes.” Esta semana lo cambiaron al miércoles para que yo pudiera ser parte de su red de estudio. Así que, de 4.30 a 8pm, nos reunimos en una pequeña biblioteca local en la ciudad de Tlaltenango. Trabajamos en tutoría y escuchamos dos demostraciones, una por el maestro Luis Rubén y otra por un estudiante, Edgar Longoria. Sin embargo, sólo unos 4 profesores y 2 alumnos[1] vinieron ese día. El Profesor Rito, entristecido por la falta de algunos otros maestros ese día y queriendo brindar más para su equipo, nos preguntó: “¿Qué puedo hacer para ayudar a nuestra región? ¿Qué pasa?” El maestro Luis Rubén Ramos pensó por un momento y respondió: “Tal vez algunos profesores piensen que con un cambio de gobierno, el programa terminará. ¿Por qué comprometerme?” Él tuvo razón porque realmente nadie sabe qué pasará este año. Al enterarme de la declaración, comprendí ese miedo y incertidumbre. Pero yo vi al equipo y a los profesores que habían venido sin descanso, semana tras semana por su propia voluntad para estudiar y construir una red desde cero; miré a los estudiantes que estaban deseosos y convencidos que el trabajo en tutoría les ha ayudado a aprender, y era obvio. Este cambio que hemos creado es irreversible.

Yo les dije: “Maestros, el gobierno puede cambiar, pero esto no va a cambiar nuestra forma de trabajar. Los cambios necesarios en la educación ya están en marcha, la revolución ya empezó y es imposible volver a como eran las cosas. Eso es mucho más que una política pública educativa. La relación tutora ha cambiado no sólo la forma en que enseñan, sino lo que somos y cómo vivimos. Aunque si el gobierno cambia, no vamos a volver a la forma que utilizaba para enseñar, es imposible. Además, estamos preparando a la próxima generación de maestros aquí en nuestras escuelas. Y ellos ya no van a enseñar de la manera tradicional”. Miré a los alumnos y les pregunté: “¿Cuando ustedes sean maestros, van a enseñar en la manera antigua?” Ellos negaron con la cabeza y con firmeza dijeron, “No, en tutoría”. No hay otra manera. Ese es el tipo de cambio que estamos creando, puede ser difícil de verlo en medio de climas políticos difíciles y volátiles, sobre todo ahora que las elecciones están a un sólo mes de distancia. Pero lo que estamos creando es mucho más y dura mucho más que sólo el ahora. Estamos creando una nueva forma de pensar, una nueva manera de vivir y una generación que va a estar acostumbrada a pensar y vivir así. Es un cambio, uno radical, pero uno que es totalmente irreversible.

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[1] En asistencia: Jaquelin Andre Valdez (alumna), Edgar Israel Longoria López (alumno), Juan Manuel Lopez Ramírez, Luis Ruben Ramos Miranda, Laura Elena Rodriguez Marquez, Maricela Rodriguez Marque, Rito Longoria Castrejón

Waking up to learn in Río Grande

En ambas regiones, fui parte de un equipo increíble de ATPs y maestros, apasionados y humildes, con muchas ganas de crecer, con muchas ganas de aprender. Tienen hambre por nuevas ideas, hambre por nuevas formas de mejorar y expander la red de profesores y estudiantes, hambre por ser mejores. Por ejemplo, el poder que veo en Río Grande con los profesores Martín, Oscar, Arcadio, Misael, Jesús y el Fabela es el increíble compromiso y el sacrificio que el equipo de maestros está dispuestos a hacer por esta causa. Ellos tienen una comunidad, una hermandad que les empuja a través de los momentos más difíciles. Pero eso es, se trata de una causa, una vocación que consume, mueve a inspira. Se motiva a los maestros para crear temas que son relevantes para su comunidad y se motiva una hambre y amor para innovar y compartir. En una pequeña charla que di a algunos de los maestros en Río Grande, una conversación surgió sobre un video que el maestro Jesús hizo de mí, un video que inspiró a otros profesores y estudiantes de una técnica. Yo no había visto el video, pero los maestros comenzaron a pedir una copia de este video para motivar a sus alumnos también.

Me alegré de que tenían ese video, pero no podía dejar de pensar y decirles – ustedes mismos son la inspiración para su escuela, ustedes son la inspiración para su comunidad. Por supuesto y por favor usa el video con toda la confianza que necesitas, pero la mejor inspiración eres tú.

En una forma de hacer desarrollo social, se llama Desarrollo Comunitario Basado en Bienes (ABCD por su abreviación en ingles), siempre hablamos de los recursos dentro de una comunidad: los miembros de la comunidad, sus alumnos, la escuela y sus maestros primero, y eso es lo que quería que vieran. Sí, me encanta ser esa fuente de energía, pero el poder está aquí en los maestros apasionados, los alumnos y la comunidad inspirados que han cambiado a través la relación tutora; el poder verdadero está a dentro. Como el Profe Rito me hizo recordar: y lo que viene desde adentro hacia fuera es mucho más poderoso. La practica de la tutoría nos cambia a nuestra persona y nos empuja a hacer más por las escuelas y su gente, más por México. Sólo tenemos que seguir creyendo en ese poder, creyendo en nosotros mismos, en nuestros alumnos, reunir más con los que comparten esta visión y crear esa comunidad, una comunidad de aprendizaje que ya está liderando el movimiento de Zacatecas hacia el resto del país, y yo me atrevería a decir, al mundo.

Hay mucho que cambiar, pero creo que el mundo está descubriendo que hay respuestas nuevas. Solo tenemos que volver a lo básico, lo básico que nos hace humanos. Y el aprendizaje es uno de estos, pero el auténtico aprendizaje es lo que ya hemos robado de nuestras escuelas. Hemos creado sistemas educativos que no fueron creados pensando en los estudiantes, eso es un gran problema. En tutoría, la bendita simplicidad como Gabriel Cámara siempre dice, es volviendo a lo básico. Con solo una libreta y un lápiz podemos hacer mucho para crecer las mentes y los corazones de la gente y por eso sin duda vale la pena luchar.

Las personas, profesores, autoridades, comunidades y estudiantes de Zacatecas en verdad han sido una inspiración para mí. Y casi me siento como si fuera Zacatecana. Dejar todo en Zacatecas fue difícil, pero sé que estaré de vuelta, muy pronto. En mi lengua no tenemos Adiós, todo lo que tenemos es Nos veremos de nuevo y eso es lo que voy a decir a ti, Zacatecas, “Gracias por todo lo que has compartido conmigo y lo que me has mostrado a través del poder de tu gente, el poder adentro. No sé cuando, pero sí, nos veremos de nuevo”.

Profe Misael, Profe Martín, me and Profe Oscar!

*Gracias a Genaro Romero por su indispensable ayuda con la traducción.